PRIMEROS CONTACTOS DE LA FORMACIÓN DOCENTE CON LA EDUCACIÒN POPULAR

Comprometides con la educación popular

ENTREVISTA A LA RECTORA DEL IES N°1, VANESA ZITO LEMA.

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¿CÓMO Y CUÁNDO IMPULSÓ LAS EXPERIENCIAS CON LA EDUCACIÓN POPULAR DENTRO DEL PROFESORADO? ¿Y QUÉ SIGNIFICA PARA UD. QUE LOS FUTUROS DOCENTES ESTÉN EN CONTACTO CON LA EDUCACIÓN POPULAR DESDE SUS INICIOS?

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-Puedo relatarte mi experiencia desde el espacio de la práctica en el Profesorado de Psicología y Filosofía. En el plan 2009 estaba organizado el Taller de observación en "espacios formales" y "no formales" Sin embargo todas las prácticas estaban orientadas a las instituciones educativas formales y a la investigación educativa. Yo, por otra parte, ya estaba trabajando en distintas experiencias en educación popular, pero, me hago cargo, me costaba ver cómo hacer ese nexo, articular ambos espacios. No me animaba. Fue a partir de una charla con el Coordinador de las prácticas en ese momento, quien me pregunta porqué no iba con lxs alumnxs a los espacios de educación popular que yo transitaba. Esa pregunta, por un lado me abrió la puerta para lanzarme en esta idea que me estaba dando vuelta pero también me hizo cuestionar la necesidad que el otro te habilite. Es algo que uno necesita revisar todo el tiempo.

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  Yo no doy clases en bachilleratos populares, pero en el 2010 estaba trabajando en la fábrica recuperada IMPA armando el espacio de la Universidad de los trabajadores y un polo educativo. En la fábrica funciona el primer bachillerato popular y empecé a conocer su experiencia de educación popular y trabajar juntos en la construcción del polo educativo en IMPA.

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 Por otro lado también empecé a explicarle al Coordinador de las prácticas que los bachilleratos populares no es educación no formal, sino que lxs estudiantes cursan 3 años, como los CENS, y están acreditados, la mayoría, por el Ministerio de educación de CABA. Es por eso, que los bachis se definen como educación formal no tradicional o popular.

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Y a partir de ahí, en los siguientes años, en el segundo cuatrimestre, la propuesta era ir a conocer cómo se trabaja en la fábrica recuperada IMPA.  Los bachilleratos populares del IMPA, de Maderera Córdoba y otros, dependen de la CEIP Histórica (Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares). Pelearon por el reconocimiento de títulos y también por el de los docentes.

Después de muchas peleas lograron que en varios de los B.P. los docentes tengan un sueldo. Lo lograron. Además en IMPA participan varios colectivos, hay un Centro Cultural, un canal de Televisión y desde 2012 el Museo Impa, del cual formo parte.

-Claro, porque el IMPA es, en realidad, un nodo de actividades...

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-Sí, pero también hay producción.

Desde el comienzo tuve presente que iba a ser una experiencia que ibamos a ir recorriendo juntxs. Yo todavia recuerdo el impacto que me generó transitar las primeras veces por IMPA y cómo me movilizó que en una fábrica funcionara una escuela. Son estas nuevas experiencias que te dan la oportunidad para reflexionar cómo uno está tan formateada. Hasta el día de hoy recuerdo cuando los profes del bachillerato me relatan como comenzaron con la escuela y frente a una pregunta mía sobre las autorizaciones, ellxs me responden "nosotros hacemos las cosas, no esperamos que nos den el ok burocrático administrativo porque sino las cosas no se hacen más".

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Fue un año personal de muchos cambios y aprendizajes.

Y así fuimos con lxs estudiantes a recorrer juntxs distintos bachilleratos y fábricas recuperadas. Hicimos entrevistas grupales con los docentes y después lxs estudiantes comenzaron con sus prácticas de observación.

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Entonces, estaba planificado hacer una clase en distintos espacios...

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Claro, en realidad era una clase participativa. Yo me conectaba con los distintos coordinadores y docentes del B.P., nos recibía y ahí trabajábamos desde la entrevista colectiva y ellos nos narraban las experiencias, sus inicios, cuáles eran sus objetivos y las características de cada B.P. Y después de este primer acercamiento los estudiantes iban solos a hacer observaciones a esos Bachilleratos y a otros, porque después de las primeras experiencias ellos se animaron a buscar otros, capaz cerca de sus casas, que no necesariamente pertenecían a la CEIP, sino de otras corrientes, agrupaciones o movimientos sociales. Empezaron a averiguar y a hacer observaciones.

¿CUÁNTAS OBSERVACIONES HACÍAN POR ALUMNO?

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Iban primero conmigo a hacer la observación institucional y después dos observaciones más de la clase, de la materia en particular, hacían entrevistas a los docentes. Y otra de las cuestiones que fui cambiando también, es que a partir de esas observaciones tenían que hacer un trabajo de investigación. Y al comienzo les hacía utilizar el mismo marco teórico que trabajábamos en el primer cuatrimestre que tenía que ver con ir a observar instituciones formales.

Descubrí con el armado de la experiencia que el marco teórico no era el apropiado, necesitaba algo nuevo para pensar esas experiencias que tuvieron en el B.P. y el impacto que les habían generado. Así cada cuatrimestre fui cambiando a medida que iba transitando con ellos las nuevas necesidades de conocimiento. Año a año fui puliendo y modificando el marco según las necesidades que surgían. Por ejemplo, yo soy socióloga, tuve que cambiar toda la bibliografía sociológica y pasar a incorporar bibliografía, más sobre el trabajo de campo, sobre cómo registrar los propios sentimientos. Todo un cambio.

En ese momento, también estaba haciendo una experiencia educativa en otro espacio con una pareja pedagógica antropóloga, y me ayudó muchísimo porque ella me había propuesto hacer todo un registro – y yo soy una persona que absorbo mucho mis propias experiencias- así que empezamos a hacer con los alumnos de las observaciones, también, este tipo de registros. Y después, hice hace dos años atrás, un postítulo de Nuestra Escuela de Educación y Derechos Humanos, en donde había que hacer un trabajo final una narrativa pedagógica. Esa narrativa la incluí en el taller de observaciones del 2016.

Fue transformándose la clase, a partir de la experiencia pude ir pensando en nuevas formas de trabajar y pensar las prácticas. Fue una experiencia muy enriquecedora para mi y para ellos, y resultó muy movilizador para los alumnos, los movilizó muchísimo. Y muchos se han animado a realizar sus prácticas en estos espacios, sobre todo con pareja pedagógica –porque en los bachilleratos populares solo se trabaja con pareja pedagógica- Hay otra intervención del docente en el aula. A formar parte de un colectivo, el bachillerato implica otro tipo de compromiso.

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Y esto es lo que me dejan los alumnos cuando me los cruzo y me cuentan que están dando clase en tal bachillerato. Eso, me lo plantean, y es abrirle la puerta y trabajar con sus propios prejuicios y miedos. Muchas veces los estudiantes tienen miedo de encontrarse con una situación donde se dan cuenta que quizás no tienen las herramientas para pensar una clase. Pero no es así, hay que animarse.

Para mí fue un gran crecimiento porque fue repensar mi propia práctica docente. Hoy está practica la continúa una egresada del Alicia, Gabriela Vera, que está trabajando en la materia Sujetos y contextos de la práctica en el Profesorado de Psicología. Sin embargo, los sigo recibiendo en IMPA cuando van hacer la primera visita y recorremos todxs juntos la fábrica y el polo educativo.-

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por Aylén Obregón y Eric Winer. Febrero 2019.

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