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MERENDEROS SOCIALES Y COMEDORES COMUNITARIOS.

Los comedores y merenderos tienen como primer objetivo abrir sus puertas y llenar las panzas de los más golpeados por la crisis social y económica que nos atraviesa. Desde la solidaridad surgen estos espacios que hoy por hoy no logran sustentar el crecimiento del hambre.

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MERENDERO Y COMEDOR
SOCIAL "NUESTRA SRA. TERESA DE CALCUTA"

Villa Ballester - BS. AS.

"Llego a las 15:40 al merendero y como siempre está la patrulla de policía estacionada justo al frente del lugar. Busco a Fernando (el secretario y uno de los encargados del merendero) para que me indique que mesas del comedor podría usar para preparar el encuentro. Preparo la mesa con las sillas en el patio, limpio los asientos con un trapo húmedo y espero a que se haga la hora.

Al igual que el martes, la gente que estaba (que al principio no superaba de diez integrantes pero que casi al final del encuentro se llega a ver unas 25 personas) no se acercaba porque estaba ocupada buscando en el chango de ropa donada que cosas podrían servirles; y también porque hubo una donación importante de papas negras y las personas presentes, que eran en su mayoría mayores de 50 años, se dedicaban a recogerlas en bolsas o changos.  Cerca de las 16:30 se acercó otra vez Joaquín, el hombre de entre 30 y 40 años de la vez pasada, preguntándome si leería más cuentos.


Aunque mucho rato no estuvo para explicarle que lo que iba a hacer era algo distinto porque se fue con la estudiante de peluquería que se ofreció ese día a cortarles el cabello a los que estaban interesados.


Al rato mientras ingresan otras personas, viene una mujer mayor de nombre Julia y también llega la señora Nina que estuvo la vez pasada. Les dije que se leerá un breve texto y de ahí se hará una comprensión de dicha lectura. El texto elegido es “Instrucciones para subir una escalera” del libro Historias de cronopios y famas de Julio Cortázar. Le pregunte las participantes si conocían tanto el texto como al autor, a lo que ellas negaron saber todo de él. Justo cuando iba a empezar a leer el texto viene Enzo, uno de los encargados del merendero, preguntando si puede escuchar mientras espera a que la practicante de peluquería termine con Joaquín para que le pueda rapar el cabello; yo le digo que no hay problema alguno y se sienta." 

por M. F., para las Prácticas y Espacio de deliberación. (2018)

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Merendero del Espacio de educación popular en la Villa 31.

Villa 31 - Barrio de Retiro - CABA.

"Nos encontramos con Flor a las 13 hs. en el puente cinco. El resto del grupo tardaba en llegar y le mandé un mensaje a la coordinadora para saber si habían suspendido. Me contestó que habían arreglado que ese sábado era a las 13.30hs porque se reunían antes en el Alicia, que pensó que Pedro nos había avisado. Las 13:30hs se convirtieron en 14 y pico. Cuando llegamos al merendero los chicos ya estaban corriendo y solos por el lugar, y ya con la guitarra rosa en mano.
Con Flor descolgamos las ropas que estaban en las sogas, acomodamos la mesa y las sillas y nos dispusimos a empezar cuanto antes. Teníamos en mente terminar las producciones, y hacer una lectura de los libros álbum. Habíamos llevado además el cubo con personajes para armar un juego en el que según el personaje que saliese contasen una historia que iríamos guiando mediante preguntas como habíamos hecho con el libro álbum. Comenzaríamos preguntando un nombre para el personaje, un lugar, qué hacía, qué le pasaba y cómo lo solucionaba.   
Comenzamos con el primer plan, le pregunté a Aaron si quería continuar su cuento, le mostré la portada que había dibujado el sábado anterior y aceptó. Le pregunté si recordaba la historia y me dijo que sí. Le pedí que me la cuente y lo hizo cambiando algunos detalles. Ya no eran el gato y el ratón los animales que se encontraban los chicos en el bosque, sino el ratón y el lobo. Y el tesoro ahora era de spinners y oro. Pero salvo por esos detalles la historia era idéntica. Le pregunté qué dibujaría al comienzo. Y me dijo que al lobo y al ratón en el bosque y a los chicos saludándolos “porque no se conocían antes”. Le pregunté cómo estaban los chicos y me dijo que tristes porque habían perdido a sus papás y los dibujo con sonrisa invertida para marcar que estaban tristes. Mientras dibujaba relataba el cuento, y cuando llegó a la parte en la que encuentran el tesoro le pregunté si no quería hacerlo en otra hoja y me dijo que no porque en esa todavía había espacio. Le pregunté si no le parecía que dibujándola en la otra se iba a notar mejor que en la primera se conocían y en la segunda encontraban el tesoro y me contestó que si, pero que en esta todavía había espacio. Fue un día complicado el de Aaron, no sólo por el dibujo, luego de hacer el libro repitió este comportamiento medio caprichoso de hacer algo que “no se debe” y seguir haciéndolo o ignorarme si le decía algo. A Mario, su hermano menor, en el verano lo atropelló un auto y sufrió varias intervenciones. Al parecer, después de eso comenzó a recibir mucha atención y en palabras de Aaron y sus primos (Facundo y Leandro), Mario se había vuelto muy caprichoso. Lo cuentan en tono de queja y esos cuidados excesivos que Aaron tenía con su hermano en los primeros encuentros ya desaparecieron. Y algo de eso me lleva a pensar que empieza a imitar un poco esos caprichos". por J.P. para 
Práctica y espacio de deliberación II. 2018

MERENDEROS Y COMEDORES SOCIALES: Inventario
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